La milenaria filosofía taoista del viento y agua, más conocida como feng shui se basa en la influencia del espacio que rodea las cosas sobre sobre la circulación de la energía vital o chi. Una determinada distribución u ocupación del espacio influye sobre nuestro estado y el de las cosas que nos rodean.

Esta filosofía china afirma que para obtener un descanso saludable en el que el chi, conocido como aliento vital, fluya de manera correcta por nuestro cuerpo y por las cosas que nos rodean para mejorar los aspectos de nuestra vida, nuestro dormitorio tiene que tener una distribución concreta. La cama no debe estar alineada con ninguna de las puertas del dormitorio, reposando la almohada sobre un cabecero apoyado sobre la pared más alejada de la puerta de entrada a la habitación. las ventanas y puertas de armarios deben quedar a a los laterales de la cama y nunca por detrás de la cabecera de la cama.

Además de la distribución de los elementos de una casa o de un lugar de trabajo para facilitar que el chi circule de forma correcta y mejore nuestra vida en todos los aspectos, tanto laboral, amoroso o de salud, el feng shui nos describe las cualidades de las diferentes gamas de colores sobre el aliento vital y para que objetos o estancias es mejor un color u otro.

• Verde: Aporta tranquilidad y creatividad, es utilizado para cualquier estancia de la casa y lugar de trabajo.

• Blanco: Resalta personas u objetos, por lo que es utilizado para cuartos de baño, dormitorios y en ropas para situaciones importantes.

• Marrón: Transmite pasividad y descanso, por lo que es aconsejado para dormitorios y salas de estar.

• Amarillo: Aporta alegría, utilizado para el cuarto de los niños, la cocina y sitios de ocio.

• Rojo: Atrae la atención. No es aconsejable su uso para superficies grandes, pero si en cambio para pequeños objetos.

• Azul: Inspira frescura, confianza y concentración. Aconsejable para oficinas, tiendas y dormitorios.