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Lo que hay que saber al elegir una almohada

La almohada es el elemento de descanso más particular al gusto de cada durmiente.

La elección de la almohada adecuada es tan importante como la elección del colchón o de la base de descanso, pero mucho más personal.

La almohada correcta puede hacer desaparecer carencias de sueño, aliviar el dolor de espalda, solucionar problemas de ronquidos y prevenir posturas incorrectas de las cervicales.

Para elegir la almohada más adecuada puedes seguir las siguientes recomendaciones:

  • La almohada debe asegurar que la columna queda recta y en una posición natural, al igual que cuando te encuentras de pie, manteniendo las vertebral alineadas en un eje longitudinal.

  • Dependiendo de la posición de adoptes al dormir deberás elegir una altura o firmeza determinadas:

    • Para dormir de lado: Necesitarás una almohada suficientemente gruesa y firme.

    • Para dormir boca arriba o si cambias mucho de postura: Elige una almohada de firmeza y grosor intermedios.

    • Para dormir boca abajo: La mejor elección es una almohada blanda y fina.

  • Elige el relleno cuya composición y propiedades se ajusten más a tus necesidades.

    • Fibra: Las almohadas de fibra tienen un agradable confort y una gran capacidad de recuperación. Son transpirables y frescas, ya que permiten la circulación del aire por el interior, favoreciendo la absorción de la humedad. Son totalmente lavables, favoreciendo así una mayor higiene en el descanso.

    • Viscoelástica: Las almohadas viscoelásticas tienen excelentes propiedades de adaptación y termosensibilidad, ya que se adaptan perfectamente a la forma de la cabeza, proporcionando un mayor soporte y favoreciendo un completo descanso cervical.

    • Látex: De textura suave y agradable, hace que tu cuerpo sienta una profunda sensación de confort. Su estructura interna de células abiertas permite una mayor ventilación, higiene y durabilidad, aunque son las menos recomendables para la gente que transpire mucho.

No olvides que la duración de una almohada suele ser de unos 3 ańos, dependiendo del uso y el número de lavados efectuados, a partir de ese momento empiezan a perder sus propiedades iniciales.

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