Sueños Todo para su descanso

Estudiar y dormir, dos cosas inseparables

Comienza una época complicada para los estudiantes, tanto para los más pequeños que tienen ahora los finales de su evaluación continua y sus recuperaciones, como para los jóvenes que dentro de poco se enfrentaran a las pruebas de acceso a la universidad o los universitarios que ahora se tienen que examinar en las convocatorias de Junio y Julio.

Por norma general el tiempo en el periodo de exámenes parece escaso, y muchos estudiantes optan por estudiar por las noches aprovechando el mayor tiempo posible restando horas de sueño y descanso.

Pero, según algunos estudios esto puede ser un error, porque se ha demostrado que dormir no sólo ayuda a retener la información en la memoria, sino que además, ahora se ha demostrado que cuanto más profundo sea el sueño, mejor será para nuestra memoria. Los científicos de la Universidad de Brown han llegado a esta conclusión tras experimentar comparando personas que descansaban con otras que no. Ambos grupos tenían que adquirir conceptos nuevos, seis horas después se comprobaba el nivel de memorización y compresión de cada grupo, siendo el que paso las seis horas durmiendo el que mejor recordó y demostró comprender mejor los nuevos conceptos frente al grupo que esperó despierto. Además aquellas personas que durmieron más profundamente fueron las que mejor memoria tuvieron.

Otro estudio de la Universidad de Notre Dame (EEUU) con la psicóloga Jessica Payne a la cabeza demostró de que lo aprendido se retiene mejor si se duerme luego de estudiar. Lo novedoso de la investigación es que verificó la hipótesis tanto para la memoria episódica (recuerdo de eventos) como para la semántica (recuerdo de hechos concretos). 207 alumnos que habitualmente dormían seis horas como mínimo por noche memorizaban pares de palabras declarativos, a las 9 de la mañana o a las 9 de la noche. La memoria declarativa se refiere a la habilidad de recordar conscientemente hechos y sucesos, y puede separarse en dos partes: la memoria episódica (eventos, como recordar donde se aparco el coche) y la memoria semántica (hechos, por ejemplo el nombre por el que prefiere ser llamado un amigo).

Al evaluar a los participantes, la memorización era mejor después de una noche de sueño que tras un día sin dormir. Sin embargo, esta diferencia resultaba de un pronunciado deterioro en la memorización de pares de palabras no relacionadas; no se encontró diferencia para lo pares relacionados. Pasados varios días, la memoria era superior en aquellos que habían dormido inmediatamente después de estudiar, respecto de los que habían descansado después de un día sin dormir. Teniendo como conclusión que: "Dormir directamente después de aprender algo nuevo es benéfico para la memoria." y "Es positivo ensayar cualquier información que se necesite recordar justo antes de ir a dormir. Se está indicando al cerebro qué es lo que tiene que consolidar".

Comentarios

Enviar un comentario nuevo